viernes, 2 de diciembre de 2011

Batalla de los Campos Cataláunicos

Preludio.
La batalla de los Campos Catalaúnicos se libró entre el decadente Imperio Romano de Occidente y sus aliados (visigodos, burgundios,...) y entre las huestes de Atila el huno y sus aliados bárbaros. Tuvo lugar en el año 451 cerca de Chalons (Francia actual). Anteriormente, el general romano Aecio había luchado contra los hunos en otras ocasiones cerca de esta zona para defender la antigua Galia de los hunos. Pero ahora mismo Aecio se encontraba en un dilema. Sus aliados, los visigodos, se estaban haciendo demasiado fuertes, lo suficiente como para poder independizarse de Roma y dejar de ser sus vasallos. Por ello, Aecio esperaba que los hunos cubrirían el vacío de poder de los romanos y contendrían a los visigodos. Sin embargo, decidió aliarse con estos porque la situación era apremiante y para defender la Galia con éxito era preciso esta alianza.
Batalla.
El 20 de julio del 451 d.C. se desplegaron ambos ejércitos en el campo de batalla.  
El ejército confederado romano fue el primero en desplegarse. Aecio desplegó a sus romanos en el ala izquierda, sobre una pequeña colina que dominaba el campo de batalla, y situó a los visigodos con su rey Teodorico en el ala derecha. Entre ambos contingentes desplegó a los alanos, en los que no confiaba demasiado, situándolos entre él mismo y Teodorico para dificultar una posible retirada de estos. Atila llegó a la llanura cuando el ejército confederado bajo el mando de Flavio Aecio ya se había desplegado. Atila coloco a sus hunos en el centro de la formación y a sus aliados en los flancos. Su intención era atacar a los alanos, los más débiles, para romper el centro confederado romano y partir en dos al ejército enemigo, para poder realizarlo con facilidad. En la batalla, la estratagema no funcionó. Los bárbaros no lograron acabar con los romanos, que, situados en la colina, lograron resistir sin muchas bajas y causando la confusión entre las filas bárbaras. Los alanos lograron resistir, y los visigodos contraatacaron en el flanco derecho. Atila, desbordado por ambos flancos, decide dar la retirada. Aecio podría haber acabado con él, pero no lo hizo, porque temía la traición de sus aliados, y necesitaba en este caso un importante contingente para ahogarla. La cantidad de muertos fue tan grande, que la gente dice que aun se escuchan los sonidos de la lucha. Se cree que murieron alrededor de 30 000-40 000 hombres. Fue probablemente la batalla mas decisiva de la Antigüedad, porque ahora occidente es tal y como lo conocemos gracias a la victoria romana. Quien sabe que hubiera ocurrido con una victoria de los hunos.

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