martes, 13 de diciembre de 2011

Batalla de Ipsos


Preludio
Tras la muerte de Alejandro Magno, su imperio se había fragmentado, porque había dejado como posibles herederos a un hijo recién nacido y a un hermanastro tonto. Por lo tanto, sus mejores generales decidieron repartirse el imperio. Seleuco se asentó en las zonas más orientales, llegando hasta Siria, Ptolomeo se asentó en Egipto y Antigono se asentó en Macedonia, Grecia, Asia Menor y los territorios restantes. Estos monarcas fundaron las dinastías seléucidas, ptolemaica y antigónida, respectivamente, y durante más de un siglo llevarán a cabo entre ellos incesantes rencillas. Antígono había conseguido alcanzar cierto predominio sobre sus rivales y se disponía a unificar el imperio de Alejandro. Seleuco, Ptolomeo y sus aliados, asustados, decidieron unirse y plantarle cara en Ipsos, en el año 303 a.C.
Batalla.
Antigono, para el enfrentamiento, dispuso 70 000 hombres de infantería, 10 000 jinetes y 73 elefantes de guerra, mientras que la coalición había reunido 60 000 hombres, 15 000 jinetes y 400 elefantes de guerra, de estos, la mayoría los dejó en la retaguardia. La leyenda cuenta que la noche que precedió a la batalla, Antígono tuvo un presagio:  Alejandro Magno fue a preguntarle cuál sería su grito de guerra durante la batalla, a lo cual el soberano tuerto le respondió: "Zeus y la victoria". Alejandro le dio la espalda y se dirigió al campo enemigo, y le dijo: "Entonces yo voy con tus adversarios, porque ellos me recibirán con todos los honores que me son debidos..." Ambos bandos colocaron, como era costumbre, los elefantes de los que disponían en la primera línea. Después, la caballería en los flancos y la infantería en el centro, de la cual la mayoría se colocó en falange. Comenzó la batalla con la iniciativa antigónida.Demetrio, a la cabeza de su mejor caballería, atacó a Antíoco, hijo de Seleuco, que huyó en espantada. Pero en lugar de detenerse, Demetrio avanzó y, rápidamente, los elefantes del ejército coaligado le bloquearon la salida. La mayor parte de su caballería tuvo miedo de ser masacrada y cambió de bando. El resto fue derrotado. Antígono luchó  y murió abandonado por todos, salvo por Thorax de Larisa. Estando la infantería antigónida privada del sostén de su caballería, el ejército coaligado se lanzó al asalto general, la caballería a la cabeza, y el frente se rompió. Las bajas del ejército antigónida ascienden a 25 000 hombres y el ejército aliado debió de sufrir bajas mínimas, en torno a 1000 - 3000 hombres. Esta batalla fue decisiva en el futuro de Oriente, puesto que estas fragmentaciones permitieron, más tarde, la aparición de reinos como Ponto, Partia o similares...

Fuentes: Wikipedia y propia cultura

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